NFC: qué es y para qué sirve

Aunque la tecnología NFC no es una novedad, ya que fue aprobada como estándar ISO/IEC en 2003, y en 2008 se empezaron a ver los primeros periféricos que hacían uso de la tecnología combinada con el Bluetooth, actualmente sigue siendo una tecnología emergente que está en boca de todos.

Por eso, hoy vamos a explicarte qué es eso de la tecnología NFC que a día de hoy tienen casi todos los móviles, y cuáles son los principales usos que se le pueden dar.

NFC, tecnología inalámbrica de corto alcance

NFC significa Near Field Communication. Se trata de una tecnología inalámbrica que funciona en la banda de los 13.56 MHz (en esa banda no hace falta licencia para usarla) y que deriva de las etiquetas RFID de las que seguro que has oído hablar, pues están presentes en abonos de transporte o incluso sistemas de seguridad de tiendas físicas.

NFC es una plataforma abierta pensada desde el inicio para teléfonos y dispositivos móviles. Su tasa de transferencia puede alcanzar los 424 kbit/spor lo que su enfoque más que para la transmisión de grandes cantidades de datos es para comunicación instantánea, es decir, identificación y validación de equipos/personas.

Su punto fuerte está en la velocidad de comunicación, que es casi instantánea sin necesidad de emparejamiento previo. Como contrapartida, el alcance de la tecnología NFC es muy reducido, pues se mueve como máximo en un rango de los 20 cm. A su favor también juega que su uso es transparente a los usuarios y que los equipos con tecnología NFC son capaces de enviar y recibir información al mismo tiempo.

La tecnología NFC puede funcionar en dos modos:

  • Activo, en el que ambos equipos con chip NFC generan un campo electromagnético e intercambian datos.
  • Pasivo, en el que solo hay un dispositivo activo y el otro aprovecha ese campo para intercambiar la información.

Seguridad de la tecnología NFC

Seguro que todo te parece muy interesante pero estás pensando en la seguridad. Bien hecho.

Dado que estamos ante una comunicación por radiofrecuencia, la lectura de nuestra transmisión es una posibilidad que existe siempre. En el caso de la tecnología NFC se cuenta con la ventaja de la poca distancia a la que la misma opera, pero no se puede descartar la copia de los códigos de nuestro chip para un uso fraudulento. Además, no solo la posibilidad de robar nuestros datos está ahí sino que la modificación o inserción de errores en la misma también existe.

Así que la seguridad vendrá de la mano de las que adopten las transacciones de esas comunicaciones, como puede ser la SSL.

Usos de la tecnología NFC

La premisa básica a la que se acoge el uso de la tecnología NFC es aquella situación en la que es necesario un intercambio de datos de forma inalámbrica. Lo usos que más futuro tienen son la identificación, la recogida e intercambio de información y sobre todo, el pago.

  • Identificación: el acceso a lugares donde es precisa una identificación podría hacerse simplemente acercando nuestro teléfono móvil o tarjeta con chip NFC a un dispositivo de lectura. Los abonos de autobús son un ejemplo muy válido.
  • Recogida/intercambio de datos: Google es el principal protagonista de este uso, pues en combinación con las etiquetas RFID, utilidades como marcar dónde estamos, recibir información de un evento o establecimiento son inmediatas.
  • Sincronización instantánea de dispositivos: Algunos fabricantes también están utilizando esta tecnología para sincronizar sus diferentes dispositivos. Por ejemplo, son sólo acercar tu móvil a unos altavoces estos se sincronizarían automáticamente de forma más sencilla que en el caso del Bluetooth, que primero requiere emparejarlos.
  • Automatización de acciones: Las etiquetas NFC o NFC Tags son pequeñas pegatinas que podemos poner en diferentes sitios y configurarlas para que al pasar el móvil sobre ellas realicen configuraciones automáticas. Por ejemplo puedes tener una en la entrada de tu casa para que al entrar la toques con el móvil para activar el WiFi y poner el modo vibración, u otra en el coche para activar el Bluetooth. Sus usos son tantos como puedas imaginar.
  • Pago con el teléfono móvil: sin duda alguna es la estrella de los usos del NFC. La comodidad de uso y que el gasto pueda estar asociado a nuestra factura o una cuenta de banco son armas muy poderosas y esta tecnología está camino de ser el método de pago del futuro.

Actualmente, el NFC ha conseguido que los móviles puedan actuar como una tarjeta de crédito con chip, y prácticamente cada fabricante tiene su propia plataforma de pagos en la que añadir tus tarjetas y pagar cómodamente con el móvil. Incluso puede ser más seguro que una tarjeta, ya que en caso de robo suele pedirse un código o una identificación biométrica.

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